sábado, 15 de febrero de 2014

Vitalidad y empeño

Un aire sutil de optimismo roza mi cara. En este momento se que todo ha pasado y que mi mirada se baña en aquello de la vida que merece la pena vivir.
Un día escuché algo sobre el modelo Kawa; tal modelo decía que nuestras vidas son como un río, desde su nacimiento hasta su fin que es el morir. Haciendo un pequeño receso, recuerdo que Jorge Manrique también contruyó un símil entre las personas y los ríos. De alguna manera este modelo trata de hacernos ver que llega un momento en el transcurso del río en el que existen una especie de obstáculos que frenan el cauce. Nosotros podemos comparar ese momento con un momento de crisis personal en el que tenemos que desatar nuestras técnicas de afrontamiento y resiliencia para poder superar el obstáculo y poder seguir con el transcurso de nuestras vidas. El modelo se profundiza estableciendo un significado a cada obstáculo pero la base, el esqueleto de este modelo es lo que interesa para poder creer que en ocasiones las explicaciones complejas a aquello que nos pasa no nos representan y que necesitamos pequeñas cosas simples para poder tomar conciencia de aquello que nos falta o que nos sobra en nuestras vidas y de alguna manera establecer un equilibrio emocional.
Por regla general siempre nos sobran excusas y nos falta tiempo. No tenemos tiempo para tomarnos un café mirando al mar, no tenemos tiempo para tener un día para nosotros mismos haciendo aquello que más nos gusta, no tenemos tiempo para dejar el móvil en la mesita y salir a la calle desconectado de cualquier red social que pueda interrumpir aquello que estés haciendo en ese mismo momento. Cuando no realizamos nada de esto, llega un momento en el que no disfrutamos ni tomamos conciencia certera de lo que estamos haciendo. Hacemos una cosa mientras estamos pensando en lo siguiente que haremos, y cuando estamos haciendo lo siguiente tampoco tomamos conciencia porque estamos pensando lo que nos deparará tras hacer eso. Ese, como veremos, es nuestro mayor error.
John Lennon dijo una frase que todos nos tenemos estudiada pero como siempre, no tomamos conciencia de su potencial y su veracidad. Tal frase decía que "La vida es aquello que pasa mientras nos empeñamos en hacer otras cosas". Quizás la vida no pase tan rápido y sepa mejor si disfrutamos de aquello que hacemos, y si no nos gusta lo que hacemos siempre tendremos tiempo para cambiarlo por otra cosa, y si no lo podemos cambiar por otra cosa también podremos buscar las partes positivas de ello y poco a poco reconciliarse con su "encanto". Si no lo hacemos es probable que nos demos cuenta de todo el tiempo que hemos perdido intentando buscar aquella plenitud aunque considero que las personas siempre tendrán potencial para realizar grandes cosas tengan la edad que tengan porque la edad no es lo que lo rige, sino la vitalidad y el empeño.

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