Planear no es la solución

Planeamos nuestros sueños, amueblamos nuestra vida de diferentes acontecimientos que sucederan continuamente, pero al final lo único que sucede es la vida y nada más. Esos planes quedan sustituidos por las cosas que suceden en el destino, ese destino caprichoso al que no le importa que te guste o no lo que te vaya a suceder, ese mismo destino que hace que mires las cosas desde otra perspectiva y que conozcas la palabra "experiencia". Todos esos sueños se quedan en sueños la mayoría de las veces, aunque a las personas solo nos queda el coraje de luchar por ellos sucedan o no.

Poco a poco aprendemos y conocemos nuevas formas de vida, nuevos pensamientos que indirectamente van complementando los nuestros y es que nunca es demasiado bueno quedarse en un lugar, en un pensamiento, en una historia definitivos. A veces me da por creer que somos dueños de la palabra "nada" simplemente, y que no tenemos un lugar definitivo nunca, que el suelo que pisamos no es nuestro sino prestado y que de alguna manera somos cosmopolitas de nuestra propia vida pues nuestro pensamiento cambia constantemente y así consideramos que es mejor porque precisamente eso nos da alas para conocer más de lo poco que sabemos de la vida y tolerar lo que antes no comprendíamos.