Brindemos.

Las tardes cálidas se enfriaron, la luz de la luna tenue desapareció, los amaneceres templados se retardaron, los atardeceres se adelantaron, el sonido de las olas provocando la mejor banda sonora soñada desapareció, la orquesta terminó, el verano se fue y con él apareció la resaca del invierno. Y ahí, en ese preciso instante brindamos por lo que pudo ser y finalmente no fue..

Vive intensamente, las cosas solo pasan una vez